La regulación de pisos turísticos en Andalucía vive su mayor endurecimiento en años. La Junta ha cancelado ya más de 10.500 viviendas turísticas irregulares, un dato histórico que ha encendido las alarmas en comunidades de toda Granada. ¿Por qué ahora? ¿Y por qué debería preocuparte aunque en tu edificio no haya un piso turístico registrado? Desde Administración de ficas Cañavate os damos la respuesta porque el impacto vecinal es real, silencioso y, si no se controla, irreversible.
«Más de 10.500 pisos turísticos han caído… y el próximo podría estar en tu edificio»
El principal debate que está sobre la mesa —y que está dividiendo a propietarios, administradores y plataformas de alquiler vacacional— es si la comunidad debe tener la capacidad de aprobar o vetar la existencia de estos alojamientos en el edificio. Una medida que, de aprobarse, transformaría la convivencia en miles de bloques y reforzaría el papel de la comunidad como garante de la tranquilidad del inmueble.
La regulación de pisos turísticos está evolucionando para poner orden donde hasta ahora reinaba el descontrol: entradas y salidas constantes de huéspedes, desperfectos en zonas comunes, sobrecarga del ascensor, ruido, fiestas improvisadas y pérdida de seguridad. Muchos edificios han visto alterada su vida cotidiana sin tener herramientas para defenderse. Por eso, cada nuevo paso de la Junta está siendo seguido muy de cerca por administradores de fincas y comunidades afectadas.
En este contexto, desde Administración de Fincas Cañavate estamos asesorando a las comunidades para identificar viviendas turísticas irregulares, revisar estatutos, preparar acuerdos internos y anticipar cualquier conflicto que esta nueva situación pueda originar. La regulación de pisos turísticos exige una gestión profesional, rápida y preventiva.
Porque si algo está claro es esto: la nueva normativa ha llegado para quedarse, y las comunidades que se preparen ahora evitarán problemas más adelante. El turismo cambia… pero la convivencia no debería hacerlo.
