Impacto de las nuevas viviendas protegidas en Granada sobre las comunidades de propietarios

La aprobación para construir 328 viviendas protegidas en Granada, concretamente en la zona del antiguo cuartel de Mondragones, ha despertado una enorme expectación… y también una creciente preocupación entre las comunidades de propietarios colindantes. Como Administración de Fincas Cañavate, analizamos de primera mano el impacto real que este proyecto puede generar en la convivencia, el mantenimiento y la tranquilidad de cientos de vecinos. Por eso, entender lo que viene es fundamental.

el nuevo proyecto de viviendas protegidas podría desestabilizar a las comunidades cercanas

«ALERTA EN GRANADA: el nuevo proyecto de viviendas protegidas podría desestabilizar a las comunidades cercanas»

El desarrollo de viviendas protegidas en Granada no solo supone un aumento de la oferta habitacional, sino un movimiento urbanístico de gran escala que puede afectar a edificios ya consolidados. Durante las obras, es habitual que aparezcan vibraciones, grietas en medianeras, polvo persistente y un incremento notable de ruidos. Además, el tráfico pesado en accesos y calles interiores puede complicar el día a día de los residentes, especialmente en zonas densas como Mondragones.

Otro aspecto clave es la presión sobre los servicios comunitarios: accesos, aparcamientos, zonas verdes, recogida de residuos y suministros compartidos. La construcción de nuevas viviendas protegidas en Granada puede alterar dinámicas de movilidad y convivencia en barrios muy conectados. Las comunidades deben prepararse para gestionar incidencias, presentar reclamaciones si se producen daños y actualizar planes de mantenimiento preventivo para evitar problemas mayores.

Desde Cañavate llevamos años trabajando con comunidades que afrontan obras de gran impacto, y sabemos que la prevención es la mejor herramienta. Evaluar el estado del edificio antes de la construcción, reforzar la comunicación vecinal y establecer un canal directo con la promotora y el Ayuntamiento son medidas imprescindibles.

Las viviendas protegidas en Granada son una oportunidad para la ciudad, pero también un reto para las comunidades cercanas. Estar preparados marcará la diferencia entre convivir con las obras… o sufrirlas.