La morosidad en comunidades de propietarios se está convirtiendo en uno de los grandes desafíos de 2025. Andalucía, especialmente en zonas con alta presencia de segundas residencias, está registrando un aumento preocupante de impagos. El escenario económico —euríbor disparado, inflación persistente y coste de vida asfixiante— ha provocado que cada vez más propietarios no puedan hacer frente a sus cuotas mensuales.

«Cada vez más vecinos dejan de pagar… y el edificio lo acaba pagando.»
Este fenómeno no es solo una cuestión de números: afecta directamente al día a día de los vecinos cumplidores. Cuando una comunidad acumula deudas, se resienten servicios clave como limpieza, mantenimiento, ascensores, jardinería, luz o seguros. Y en muchos casos, se ven obligados a aprobar derramas extraordinarias para cubrir lo que algunos no pagan.
Desde Administración de Fincas Cañavate, hemos detectado que la morosidad en comunidades de propietarios ya no es un problema puntual, sino estructural. Se ha triplicado el número de reclamaciones de deuda en los últimos 12 meses. Por eso, hemos reforzado nuestros protocolos: notificaciones preventivas, planes de pago personalizados y activación ágil del procedimiento monitorio cuando no hay colaboración.
La clave está en la anticipación: cuanto antes se actúe, menores serán los daños para la comunidad. Además, la ley protege a las comunidades para reclamar judicialmente y embargar los bienes del deudor, pero el proceso debe estar bien gestionado.
En paralelo, proponemos una revisión anual del presupuesto comunitario, incluir fondos de reserva para emergencias, y fomentar la transparencia en la junta para que todos los vecinos comprendan el impacto de los impagos.
La morosidad en comunidades de propietarios no es solo un mal menor: es un enemigo silencioso que puede destruir la convivencia y el valor del inmueble. En Cañavate, estamos preparados para ayudarte a hacerle frente con eficacia, legalidad y firmeza.
No esperes al primer aviso de impago. Actúa hoy.